Para Naciones Unidas agua y saneamiento ya NO es un derecho - Blog | iAgua

Naciones Unidas agua y saneamiento ya NO es derecho
es una buena noticia para el saneamiento, porque ahora la Asamblea General de Naciones Unidas acaba tomar una decisión ampliamente demandada desde hace años: que el derecho humano al saneamiento no esté “oculto” dentro del derecho humano al agua y saneamiento.
El saneamiento siempre ha sido el hermano menor del sector, a pesar de que reiterados estudios han demostrado la importancia del mismo para la salud, la educación, los ingresos y la dignidad de las personas. Una encuesta realizada entre 11.300 lectores de la revistaBritish Medical Journal eligió la “revolución del saneamiento” como el mayor avance médico de los últimos 150 años, por delante de las vacunas y la anestesia.
En 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció, por fin, el agua y saneamiento como derecho humano, pero se decidió aprobar un derecho único para ambos porque en caso contrario no se habría aprobado, por la presión de diversos países.
Ahora, por fin, en la 70ª Sesión de la Asamblea General (ver a partir de página 157) ésta recuerda que ya el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Relatora Especial sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento establecieron que los derechos al agua y al saneamiento están estrechamente relacionados, perotienen características distintas que justifican su tratamiento por separado para hacer frente a las necesidades específicas en su aplicación, y que el saneamiento demasiado a menudo permanece descuidado.
En la resolución la Asamblea señala, entre otras cuestiones:
  • que los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, como componentes del derecho a un nivel de vida adecuado, son esenciales para el pleno disfrute del derecho a la vida y todos los derechos humanos
  • que el derecho humano al agua potable es el derecho de todos, sin discriminación, a tener acceso a agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico, y que el derecho humano al saneamiento es el derecho de todos, sin discriminación, a tener acceso físico y económico a los servicios sanitarios, en todas las esferas de la vida, de forma inocua, higiénica, segura, social y culturalmente aceptable y que proporcione intimidad y garantice la dignidad
  • la bienvenida a la inclusión del agua y el saneamiento en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y exhorta a los Estados a garantizar la realización progresiva de los derechos humanos al agua potable y al saneamiento para todas las personas, vigilando continuamente y analizando el estado de la realización de dichos derechos
  • además, pide a los Estados que identifiquen y aborden las causas estructurales de vulneración de los derechos, desarrollando políticas y presupuestos adecuados, y promoviendo el liderazgo de la mujer y su participación plena y efectiva en la toma de decisiones sobre la gestión del agua y saneamiento
  • también hace un llamamiento a los actores no estatales para cumplir con su responsabilidad de respetar los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, y a cooperar con los Estados para detectar y remediar los abusos
Finalmente, emplaza a la Sesión 72 de la Asamblea para continuar desarrollando estas cuestiones.
Agua y saneamiento ya son 2 derechos. Una buena noticia para el saneamiento.

Resolución N° A/RES/70/169 


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5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas



Por Diego Marcano Arciniegas | 15 de diciembre, 2015

5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas
Poco antes de las 7:30 de la noche del sábado, se escucharon los aplausos en Le Bourget, justo después de que Laurent Fabius, ministro de relaciones exteriores de Francia y presidente de la conferencia sobre el cambio climático dijera: “el acuerdo de París ha sido aceptado”. Representantes de 195 países superaron décadas de divisiones que impedían establecer un trato para prevenir un catastrófico futuro.
El convenio global busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con una contribución de todos los países para evitar que la temperatura aumente 2°C por encima del nivel de la era preindustrial, debido a que dicha cifra generaría daños descomunales para el planeta: aumento de la temperatura de los océanos (inundando ciudades de baja altitud), daño en campos de cosecha, lo que a su vez podría aumentar los niveles de hambrunas, y migraciones masivas. La meta propuesta es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C con respecto a los niveles preindustriales.
La tarea de salvar al mundo resulta bastante oportuna. A pesar de que muchos países han publicado planes para vencer el calentamiento global, en los que figura la inversión en energía solar y eólica, las propuestas individuales resultan débiles e insuficientes. Al sumar todas las propuestas anteriores al tratado de París, se proyecta que las emisiones globales podrían aumentar la temperatura del planeta en 2.7°C.
De acuerdo con una investigación liderada por James Hansen, precursor de la divulgación de los efectos del cambio climático, y financiada por la NASA y la Universidad de Columbia, una marca por encima de los 2°C tendría consecuencias dramáticas.
No obstante, hay posturas encontradas en torno al Acuerdo de París. Para el mismísimo James Hansen, científico de la NASA, el tratado es un fraude. “Son palabras sin valor. No hay acción verdadera, sólo promesas. Siempre que los combustibles fósiles sigan siendo los más económicos, seguirán siendo utilizados”. Por otra parte, para Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, el tratado resulta prometedor: “la raza humana se ha unido en una causa común. El acuerdo de París es sólo un paso en un largo camino y hay partes de él que frustran, que me decepcionan, pero es un avance. El acuerdo por sí solo no nos va a sacar del agujero en el que estamos, pero sí hará el camino menos empinado”.
Si bien es habitual encontrar opiniones divergentes, es relevante revisar qué dice el texto aprobado por los 195 países. A continuación 5 claves del Acuerdo de París.
5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas 2

¿Qué propone el Acuerdo de París?

1. El acuerdo de París no obliga legalmente a los países a hacer recortes de emisión de gases de efecto invernadero. El Protocolo de Kyoto de 1997 pretendía obligar a los países a recortar sus emisiones, pero no funcionó. No resultó viable que los países fueran forzados a reducir el consumo de combustibles fósiles cuando no estaban dispuestos a hacerlo o no tenían los recursos necesarios. El Acuerdo de París propone que cada Estado presente su propio plan para disminuir las emisiones y obtener fuentes alternativas de energía.
Si un país no logra reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, no recibirá ninguna penalización, ni se podrá castigar el incumplimiento del acuerdo. Este aspecto ha sido ampliamente criticado por quienes consideran que sin sanciones el tratado es “ingenuo”. Sin embargo, la principal razón por la que no es vinculante es para evitar la necesidad de que sea ratificado por los congresos nacionales de cada nación, como sucedió con el Protocolo de Kyoto que, por ejemplo, nunca fue ratificado por el Congreso de Estados Unidos.  
2. Un aumento menor a 2°C es la meta de temperatura global. Desde el inicio de la era industrial hasta hoy, el planeta se ha calentado alrededor de 1°C. Si bien el objetivo del acuerdo es mantener el calentamiento total por debajo de los 2°C en relación a la temperatura de la era preindustrial, los países prometieron esforzarse en lograr un aumento menor a 1.5°C. Inicialmente se trata de una meta ideal que sólo podrá lograrse al aplicar políticas públicas internas.
3. Se presentarán nuevas propuestas cada 5 años. Debido a que los planes actuales no pueden asegurar que mantendrán el calentamiento por debajo de los 2°C, los países podrán corregir sus propuestas y agudizar las exigencias para presionar a otras naciones a que tomen medidas más fuertes y efectivas.
4. Se adoptará una política de transparencia. Se implementarán medidas de monitoreo para poder reportar el avance de los planes climáticos de cada país. China se ha opuesto a este punto argumentando que las inspecciones intrusivas atentan contra la soberanía. El método con el que funcionaría el sistema de monitoreo no ha sido determinado.
5. Se dispondrá de un fondo para los países más pobres. Los países con menos recursos necesitarán ayuda para adoptar energías limpias y para adaptarse al impacto climático que podrá causar desastres naturales (inundaciones, tormentas, aumento del nivel de los mares, etc). Los países propusieron un fondo, no vinculante a nivel legal, de 100.000 millones de dólares, que podrá aumentar en el futuro.
Hay un gran nivel de escepticismo frente a los alcances reales del convenio. Para David Victor, profesor de la escuela de políticas públicas globales y leyes de la Universidad de California, el tratado se puede beneficiar de la teoría de la bicicleta, según la cual las negociaciones son sostenibles sólo si son ininterrumpidas —al igual una bicicleta se mantiene en movimiento hasta que se deje de pedalear—. Mientras se promueva la cooperación y haya un monitoreo, los responsables de las propuestas sentirán la presión para profundizar en las medidas hasta obtener resultados concretos.
Vencer el reto que plantea el cambio climático es una tarea de proporciones descomunales que deberá ser realizada por varias generaciones. El tratado de París no es un punto de llegada, por el contrario es el primer paso en un arduo y largo camino.

Palabras clave en el Acuerdo Climático

Internacional

COP21 / SINC


Dos semanas, más de 40.000 personas de todas partes del mundo y un tema común: el cambio climático.
Así podría resumirse en una sola frase la actividad de esta cumbre del clima que está a punto de terminar en París, a la espera de que las 196 partes aprueben a lo largo de la tarde el ansiado acuerdo por el futuro del planeta. El texto final acaba de ser presentado.

Estas son algunas de las palabras más escuchadas durante la cop21

Un chino, un español y un francés se sientan en la mesa de un bar la mañana de este sábado en París. Aunque pueda sonar a chiste, lo mejor está por venir.
En vez de comentar el partido de la liga de turno o la película que se estrena esta semana charlan de mitigación, adaptación, diferenciación y financiación. No juegan al scrabble, ni hablan en clave. Están en la cumbre del clima de París que acaba de presentar su texto final. El día de hoy puede pasar a la posteridad.
"El acuerdo contiene los principales progresos que muchos pensaban que serían imposibles. Es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha declarado Laurent Fabius, presidente de la COP21 y Ministro de Asuntos Exteriores francés.
"El texto es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha señalado Fabius
A lo que François Hollande ha añadido: "De qué habrá servido todo el trabajo si no llegamos a un acuerdo. El último paso es el que permite llegar a la meta". Este documento integra las voluntades individuales de los países respecto a la lucha climática por un bien común, la protección del planeta. Hasta esta tarde no sabremos si el 12 de diciembre de 2015 pasará a los libros de historia.

Algunas claves para entender el texto final

Los asistentes a este macro evento saben que para llegar hasta aquí, además de dominar el inglés con sus múltiples acentos, tienen que traer la lección aprendida de la sopa de letras, palabras y siglas que componen los textos. Estos son algunos de los términos más oídos por los pasillos, conferencias, salas de prensa y plenarios. Son la base del texto y este su significado:
  • Mitigación. Son las medidas, políticas, tecnologías y prácticas que los estados van a tomar para controlar las emisiones de CO2 y no superar el límite de aumento de las temperaturas de 1,5 ºC o 2 ºC respecto a los niveles preindustriales.  
  • Contribuciones. Más de 180 países han aportado sus contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés) de las emisiones de gases de efecto invernadero.  El texto final del acuerdo incluye revisiones cada cinco años de dichas contribuciones. Además, invita al Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) a proporcionar un estudio técnico en 2018 sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC y sobre la evolución de la emisión de los gases de efecto invernadero.
El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza el fondo económico de los 100.000 millones de dólares
  • Adaptación. En este punto la frase hecha adaptarse o morir adquiere su total significado. Es la forma en la que los sistemas humanos o naturales se ajustan a los entornos nuevos o cambiantes provocados por el calentamiento global. A este apartado están asociados varios fondos de financiación.
  • Diferenciación. Se trata de la responsabilidad común pero diferenciada de los estados. En los objetivos de reducción de emisiones, los países industrializados, y por tanto los más contaminantes, tienen que responsabilizarse más, y los países en desarrollo actuar en función de sus capacidades económicas. Sin embargo, mientras que EE UU han aceptado ser uno de los países más contaminantes, otros países emergentes y con grandes emisiones de CO2 como China, India y Sudáfrica –en las últimas horas, Brasil se ha unido a la Coalición de Alta Ambición Climática– se han mostrado hasta ahora reticentes.
  • Financiación. Los países más empobrecidos recibirán una ayuda económica para enfrentarse a los efectos del cambio climático. Pero aún queda por decidir cómo se distribuirán las ayudas y qué países contribuirán. A esto se une la ayuda de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 para los países más desfavorecidos. El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza este fondo económico.
  • Pérdidas y daños. Se definen como los efectos negativos de la variabilidad del clima y el cambio climático que las personas no han podido sobrellevar. Las pérdidas y daños están intrínsecamente ligadas al esfuerzo de mitigación y adaptación, en el sentido que cuanto más ambiciosamente se persiga la mitigación, menos efectos de cambio climático habrá; y cuantas más adaptaciones se realicen, menos efectos de pérdidas y daños. 

COP21: Hitos del acuerdo

Internacional

SINC


El 12 de diciembre de 2015 pasará a los canales de la historia como la fecha en que se aprobó el primer tratado universal y jurídicamente vinculante por el clima.
El Acuerdo de París ha sido adoptado la tarde del pasado sábado por más de 195 países e incluye por primera vez a dos de los mayores contaminantes del mundo: EE UU y China.
El objetivo al que todos se han comprometido para finales de siglo es limitar el aumento de la temperatura media global en 2 ºC. Pero el documento refleja luces y sombras.
El plenario ha roto en aplausos esta tarde del 12 de diciembre de 2015 cuando se ha aprobado el Acuerdo de París. / COP PARIS
Tras dos agotadoras semanas, y después de años de negociaciones, la cumbre del clima de París (COP21) culmina, por fin, con éxito. Las 196 partes reunidas desde el 30 de noviembre han acordado por primera vez un texto universal y jurídicamente vinculante para actuar contra el calentamiento global. Sin duda, esta es la principal victoria del acuerdo.
“El verdadero éxito del acuerdo es que es universal”, indica  Jean Jouzel
Han pasado ya seis años del fiasco de la cumbre del clima de Copenhague (Dinamarca), en la que todas las opciones de establecer un acuerdo que sustituyera al Protocolo de Kioto se desvanecieron. El Acuerdo de París presenta un nuevo futuro, en el que son protagonistas todos los países del mundo y en el que la ciencia guía las decisiones políticas.
“El verdadero éxito del acuerdo es que es universal”, indica Jean Jouzel, climatólogo francés y vicepresidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) desde 2002. Para este científico, uno de los más prestigiosos del mundo en cambio climático, el texto supone además un gran avance para la ciencia que es mencionada en los artículos 4, 7 y 14.
"Se reconoce la necesidad de avanzar. No solo de llegar a los 2 ºC, sino también la voluntad de quedarnos por debajo del 1,5 ºC", señala Isabel García Tejerina, ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, presente hoy en el plenario de la COP21.
Adiós a los escépticos del cambio climático
Las múltiples referencias a la ciencia en el acuerdo demuestran que el mensaje del IPCC ha sido escuchado, desde que publicó su primer informe en 1990. En la cumbre de Río de Janeiro (Brasil) de 1992, la información era vaga, no actuar era “peligroso”. Copenhague recalcó el límite de los 2 ºC. En París, todos los países se comprometen a reducir sus emisiones para que la temperatura del planeta no aumente de 2 ºC a finales de siglo, y harán esfuerzos para limitarla a 1,5 ºC.
La aprobación del acuerdo supone el final de los escépticos del cambio climático. “Han perdido la batalla”, dice van Ypersele
“Si hay acuerdo hoy en París es gracias a los trabajos del IPCC que han demostrado no solo que hay una urgencia por actuar sino también elementos de solución”, explica Jean-Pascal van Ypersele, climatólogo de la Universidad católica de Lovaina (Bélgica) y ex vicepresidente del IPCC, para quien la tecnología y las energías no han dejado de desarrollarse y permitirán a corto plazo una descarbonización de la economía.
El texto recoge la necesidad de presentar en 2018 un informe especial del IPCC sobre los efectos que produciría un calentamiento global de 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían seguir las emisiones mundiales de CO2.
Para ello, un elemento clave del acuerdo es la introducción de las contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional de las emisiones de CO2 (INDC, por sus siglas en ingles) que 187 países han presentado en los últimos meses, a los que se ha unido hoy en el plenario Venezuela. Según las intenciones de reducción de emisiones, a finales de siglo, el aumento de la temperatura se situará en entre 2,7 ºC y 3,5 ºC, un objetivo que se aleja de los 2 ºC y aún más del 1,5 ºC, tan exigido por los países de las islas del Pacífico y el Caribe, en especial Nicaragua, al término de las negociaciones.

Revisión cada cinco años

Para lograrlo, el documento establece como fecha límite el año 2020 para que las INDCs sean revisadas y actualizadas y así cumplir con el objetivo. Sin embargo, “se llegará a un aumento de 1,5 ºC en un plazo de 5 a 10 años si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual”, advierte  Jouzel, a quien le parece razonable la fecha 2020 ya que es lo que los países realmente pueden cumplir
Las revisiones se harán cada cinco años. “Y cada ciclo será más ambicioso que el anterior”, afirma Steffen Kallbekken, director de investigación de CICERO y del Centro Internacional del Clima y de la Política Energética. Pero “el objetivo de 1,5 ºC es muy difícil de cumplir”, subraya.
Los científicos entienden el equilibrio entre lo que emiten los países y lo que absorben los sumideros como una descarbonización neta del mundo
“Las contribuciones de reducción de emisiones de CO2 son significativas aunque no suficientes”, dice Jouzel. “Habría que duplicarlas pero es un buen punto de partida hacia otro tipo de desarrollo. Es ahora que se debe actuar”, afirma el experto glaciólogo.
Para los científicos, contentos del desenlace del acuerdo, el texto sigue siendo imperfecto pero trata sobre todos los temas importantes: adaptación, reducción de emisiones, pérdidas y daños, financiación, etc. “Mejorará en los próximos años pero ahora es importante tener un marco claro para que todos los países del mundo sepan en qué dirección ir”, zanja Van Ypersele, para quien la aprobación del acuerdo supone el final de los escépticos del cambio climático. “Han perdido la batalla”.

¿El fin de los combustibles fósiles?

El estancamiento de emisiones de CO2 –que representan el 75% de las emisiones totales de efecto invernadero– observadas en los años 2013 y 2014 representan un signo de esperanza para afrontar los nuevos retos que hoy se han comprometido a cumplir los países. “Y podrían haberse estancado para 2015 y 2016, aunque las evaluaciones no son aún muy precisas”, añade Jouzel. Aunque aún no hemos alcanzado el pico de emisiones.
Pero para llegar al consenso, los países han jugado a un tira y afloja, cediendo en algunos aspectos y luchando por otros. En este sentido, el tema de la mitigación no ha dejado de variar en los diferentes borradores presentados a lo largo de estas dos semanas. Del texto se han eliminado puntos que estaban entre corchetes y que provocaban discrepancias como la descarbonización, las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y la neutralidad.
“Ahora no solo se habla de renovables sino que se ponen en marcha proyectos, se ven coches eléctricos, es algo que se materializa”, observa Jouzel
Finalmente, el documento menciona la necesidad de “alcanzar un equilibrio entre las emisiones antropogénicas y los sumideros de carbono en la segunda mitad del siglo XXI, en base a la justicia, y en el contexto del desarrollo sostenible y los esfuerzos para erradicar la pobreza”. Los científicos entienden este equilibrio entre lo que emiten los países y lo que absorben los sumideros como los bosques y los océanos como una descarbonización neta del mundo.

La tecnología que cambiará el mundo

La financiación ha sido otro de los aspectos que más han retrasado las negociaciones. Las capacidades económicas y la voluntad de reducir las emisiones de cada país han sido a veces contradictorias –sobre todo en cuanto a los países emergentes como China e India, grandes emisores de CO2–. Pero la presencia (aunque invisible en el acuerdo) de las energías renovables y la eficiencia energética están cambiando el rumbo de un planeta que requiere urgentemente
El tratado logrado hoy en parte ha sido por los progresos y el desarrollo tecnológico obtenido en los últimos seis años, desde el fracaso de Copenhague, donde no se vieron las soluciones al problema del cambio climático. Ahora es diferente. “No solo se habla de renovables sino que se ponen en marcha proyectos, se ven coches eléctricos, es algo que se materializa”, observa Jouzel.
El progreso tecnológico crea confianza política y empresarial, y a él se une el fondo económico de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 que los países se han comprometido a aportar para luchar contra los efectos del cambio climático. El texto final incluye una revisión al alza de esta cantidad, que algunos sectores consideraban insuficiente, a partir de 2025.
El texto final incluye una revisión al alza de los 100.000 millones de dólares a partir de 2025
Para los ecologistas este aporte sigue siendo insuficiente, sobre todo para los países y pueblos más vulnerables al aumento de las temperaturas. "Las naciones que causaron este problema han prometido muy poca ayuda a las personas que ya están perdiendo sus vidas y medios de subsistencia", declara Kumi Naidoo, portavoz de Greenpeace en la COP21.

¿Y ahora qué?

“El verdadero éxito no son las palabras que aparecen en el Acuerdo de París sino lo que tiene que hacerse para que se cumpla”, subraya Daniel Esty, profesor de leyes y política medioambientales en la Universidad de Yale (EE UU). Aunque el texto haga una mención al límite del 1,5 ºC, ninguno de nosotros veremos si se alcanza el objetivo.
“Incluso intentando limitar las emisiones para llegar a 1,5 ºC, hay cosas ineludibles que ocurrirán en los países isleños a final del siglo XXI: aumento del nivel del mar en 40 centímetros, muerte de arrecifes de coral y acidificación del océano”, alerta el vicepresidente del IPCC.
Por eso, el trabajo de Naciones Unidas y de las 196 partes que participan en la COP21 no culmina aquí. El Acuerdo de París no es más que el principio de un proceso que el 22 de abril de 2016 quedará firmado y que entrará en vigor en 2020.

Un momento histórico y emotivo

“El acuerdo de París queda aprobado”, ha exclamado un emocionado Laurent Fabius, presidente de la COP21. Tras dar el martillazo final en el plenario en la tarde de este 12 de diciembre de 2015, los países han expresado sus alegrías, voluntades, exigencias y esperanzas. Destacamos algunas de las declaraciones más simbólicas.
Nicaragua: "El 50% de los compromisos estaban condicionados por la financiación. Consideramos que debe haber un artículo 2 bis. Si los resultados de los INDCs llevan a escenarios mayores de 1,5º C se debe calcular un presupuesto de carbón global"
Por el grupo de integridad medioambiental, Suiza. "Muchas delegaciones hablarán de un día histórico. El 27 de mayo de 1927 llegó el primer vuelo transatlántico aquí en Le Bourget que unía dos mundos. Hoy encontramos una nueva pista de aterrizaje común que une al mundo".
Unión Europea. Miguel Arias Cañete: "Durante los últimos días la Unión Europea ha demostrado su dedicación y compromiso. Hemos dado ya inicio a una coalición elevada". "Desde la UE aumentaremos nuestro apoyo financiero. Tenemos ante nosotros un acuerdo robusto. Es un verdadero progreso tangible y eso es lo que espera de nosotros el mundo".
Marruecos.  País anfitrión de la próxima COP: "La de Marrakech será una COP de la acción de la innovación y un intercambio de soluciones". "Hemos ganado una batalla aquí en París, pero la lucha sigue".
China. "Es cierto que el acuerdo no es perfecto y que hay algunos elementos que mejorar, pero esto no nos ha impedido dar un paso adelante". "Ya tenemos un acuerdo, el próximo paso es aplicarlo".
EE UU. Jonh Kerry: "Francia, en unas circunstancias muy difíciles, perseveró y no dejó que las fuerzas flaquearan. Hoy el mundo le da las gracias. Han desempeñado un papel capital y todos nos hemos sumado a ese esfuerzo". "Todos estábamos reunidos aquí para no repetir los errores del pasado. Con este acuerdo dejamos un legado para nuestros hijos, nuestros nietos y las futuras generaciones. Sé que todos viviremos mejor gracias al tratado que hemos adoptado hoy".
India. "Queremos que el Acuerdo de París cumpla las palabras de Gandhi: Debemos preocuparnos por un mundo que no veremos".
Christiana Figueres. "Es un acuerdo de convicción, de solidaridad con los más vulnerables, de visión a largo plazo y de compromiso, para que este marco jurídico sea un motor para este siglo. Terminamos esta COP celebrando un nuevo capítulo para el mundo. Hoy podemos decir ¡lo hemos hecho!"
Venezuela. "El acuerdo refleja la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer, el derecho a la salud, la justicia climática, la madre tierra y sobre todo derechos humanos". "A mí todo el mundo me recuerda por la COP de Copenhague. El presidente Hugo Chávez dijo que no entonces, porque consideró que el multilateralismo podía hacerlo mejor. Hoy lo hemos hecho mejor".
Ban Ki-moon. "Hoy podemos mirar a nuestros hijos y nuestros nietos a los ojos y decirles que nos hemos unido para dejar a las generaciones venideras un mundo más habitable".
Países africanos."Los países africanos se van con la inclusión de la adaptación y un objetivo claro de mitigación y objetivos diferenciados. Nos queda mucho trabajo por delante. Ansiamos la llegada de una era que traiga justicia climática".
Ecuador. "París no es un fin, es un comienzo. De nada sirve este esfuerzo colectivo que no obligue a todas las partes. Confiamos que los ciudadanos del mundo y especialmente los jóvenes comprendan que la vida no es un negocio y que hay que estar acorde con la naturaleza".
François Hollande, presidente de la República de Francia. "Cuando se nos pregunte sobre el sentido de nuestra vida podremos contar muchísimas historias. Pero habrá una que siempre volverá. El 12 de diciembre estábamos en París para alcanzar el acuerdo sobre el clima y estaremos orgullosos ante hijos y nietos".

Acuerdo de París

Version en Castellano

http://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/l09s.pdf



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Se expide el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de compliance bajo el Protocolo de Nagoya | Mercados de Medio Ambiente

La Autoridad Nacional de Biodiversidad de la India, entidad competente en materia del Protocolo de Nagoya, ha otorgado el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de cumplimiento bajo el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación en los beneficios derivados de su utilización.



El certificado expedido por la autoridad india sirve como prueba de la decisión del país asiático de conceder acceso al conocimiento etnomedicinal de la comunidad Siddi de Gujarat a un investigador afiliado de la Universidad de Kent en Reino Unido. Bajo el Protocolo de Nagoya, las Partes deben expedir un permiso o su equivalente en el momento del acceso como prueba de que el acceso a los recursos genéticos se basó en un consentimiento previo fundamentado y de que se establecieron las condiciones mutuamente acordadas. En este sentido, las Partes están obligadas a notificar a la plataforma ABS Clearing-House (Access and Benefit-Sharing Clearing-House) la información relacionada con el permiso o su equivalente de manera que sea reconocido internacionalmente como un certificado de cumplimiento.

El certificado expedido por la autoridad india sirve como prueba de la decisión del país asiático de conceder acceso al conocimiento etno-medicinal de la comunidad Siddi de Gujarat a un investigador afiliado de la Universidad de Kent en Reino Unido. De este modo, el científico puede demostrar que respeta los requisitos de ABS de la India cuando hace uso de dicho conocimiento

Coincidiendo con el anuncio de la noticia de la emisión del primer certificado, el secretario ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), Braulio Ferreira da Souza Dias, aseguró que «esta semana es una semana importante para el Protocolo de Nagoya. Además de tener el primer certificado de cumplimiento reconocido internacionalmente publicado en la plataforma de intercambio de información ABS, dos otros países han anunciado que se unen al Protocolo: Filipinas y Djibouti, lo que eleva el número total de ratificaciones a 68».

«El certificado de cumplimiento reconocido internacionalmente es una de las principales innovaciones del Protocolo de Nagoya y una de las piedras angulares del sistema de acceso y participación en los beneficios», añadió De Souza Dias. «La constitución del primer certificado representa un gran paso hacia el objetivo de convertir en operacional el Protocolo. Felicito al Gobierno de la India e invito a otros a seguir este ejemplo y publicar información sobre sus permisos nacionales en la plataforma ABS de intercambio de información», continuó el responsable del CBD.

Un poco de historia

El Protocolo de Nagoya al Convenio fue adoptado en la décima reunión de la Conferencia de las Partes del CDB en 2010 (COP10) en la ciudad japonesa del mismo nombre y entró en vigor el 12 de octubre de 2014.

El Protocolo avanza significativamente el objetivo del CDB sobre la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, ya que proporciona una mayor seguridad jurídica y transparencia para los proveedores y usuarios de recursos genéticos.

Al promover el uso de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados, y mediante el fortalecimiento de las oportunidades para la participación justa y equitativa de los beneficios de su uso, el Protocolo creará incentivos para conservar la biodiversidad, realizar un uso sostenible de sus componentes y mejorar aún más la contribución de la biodiversidad al desarrollo sostenible y al bienestar humano.

En el caso de España, ratificó el tratado internacional en junio de 2014.



Fuente: CDBBusiness @ Biodiversity.
Se expide el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de compliance bajo el Protocolo de Nagoya | Mercados de Medio Ambiente

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NotiAmbienteVE: Venezuela: El juego de las adivinanzas del cambio ...

Venezuela: El juego de las adivinanzas del cambio climático


Quizás ha sido una obsesión vana de mi parte, pero he buscado entender la posición de Venezuela ante la reunión de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP21) que actualmente está ocurriendo en París. Pero entre más lo intento menos claro lo tengo.

Al final me recuerda a los  juegos de adivinanzas donde la clave de la respuesta parece estar siempre presente, pero a veces es muy difícil de captar y en muchas ocasiones queda la sensación de que hay "gato encerrado".

Para no perderme demasiado, me concentré en intentar desentrañar los argumentos usados por la delegación venezolana en la COP21 con respecto a las razones para no haber entregado el documento de Contribución Nacional a la mitigación de este fenómeno.

Pero que son las Contribuciones Nacionales
Confieso que no había oído hablar de las Contribuciones Nacionales hasta el pasado mes de agosto, cuando me llegó un artículo escrito por el amigo y periodista uruguayo Hernán Sorhuet y publicado en el diario El País de Montevideo.

Al investigar un poco, encontré que los mismos son planes nacionales de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. En el lenguaje de la diplomacia internacional su nombre oficial es “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional” (iNDCs, por sus siglas en inglés) Las mismas nacen de un compromiso de la comunidad internacional aprobado en la convención de las partes del año 2013 (COP19) y se espera que contribuyan con el objetivo de no exceder el aumento los 2° Centígrados de temperatura del planeta con respecto a la época preindustrial.

Algunos aspectos son resaltantes en estos documentos:

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