El 1 de enero de 2016 fue el día en que estrenamos el presente ejercicio y también el día de entrada en vigor de la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible, un compromiso firmado el pasado septiembre por 193 Estados miembros de la ONU que, bajo el título Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, integra los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y las 169 metas más concretas cuyo cumplimiento debemos hacer efectivo para lograr así el mundo que queremos.
El inicio oficial de la Agenda 2030 ha resultado en la puesta en marcha por parte de entidades de la sociedad civil, institutos de investigación, fundaciones, organizaciones públicas y privadas de los mecanismos apropiados para garantizar su adecuada implantación y alinear sus estrategias y políticas con los desafíos establecidos.
Esto ha conllevado la propuesta de un marco de indicadores mundiales para realizar el seguimiento del logro de los ODS, profundos procesos de revisión de los ODS y sus metas, que han identificado en algunos casos lagunas que deben ser subsanadas y las posibles consecuencias negativas que se derivarán de no hacerlo, así como el impulso de iniciativas a distintas escalas (local, nacional y global) para que la hoja de ruta diseñada por gobiernos, sector público y privado esté en sintonía con el itinerario que debemos cumplir.
La senda de la sostenibilidad trazada también está en línea con el Acuerdo de París, otro de los hitos globales que vivimos al cierre de 2015 y que este próximo 22 de abril será firmado por más de 100 representantes de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), entre ellos, España, Estados Unidos y China.
Desde distintos estamentos, públicos y privados, también se están llevando a cabo esfuerzos con el fin de que corra la voz y los responsables de tomar las decisiones que darán pie a la planificación del desarrollo a todos los niveles dispongan de datos informados y rigurosos que les permitan apostar por las soluciones más sostenibles.
Así, tanto las ciudades, comunidad inversora, las administraciones locales, regionales y nacionales, ONG,organismos internacionales, el mundo de la ciencia y la academia, las empresas, representantes de los distintos sectores de actividad (agrario, ganadero, bancario, forestal, cementero, entre otros) y los propios ciudadanos están llevando a cabo iniciativas que son una estupenda referencia para aquellos que también quieren contribuir a lograr el compromiso global de descarbonizar las economías sin que ello suponga una renuncia al desarrollo.
La senda de la sostenibilidad ya está trazada, queda en nuestras manos, propósitos y visiones ir avanzando sobre ella y servir de modelo para que otros también la sigan: un claro escenario win-win.
Fuente: Mercados del Medio Ambiente
http://www.mercadosdemedioambiente.com/wp-content/uploads/2016/04/La-Mirada-n.5.html
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