Palabras clave en el Acuerdo Climático

Internacional

COP21 / SINC


Dos semanas, más de 40.000 personas de todas partes del mundo y un tema común: el cambio climático.
Así podría resumirse en una sola frase la actividad de esta cumbre del clima que está a punto de terminar en París, a la espera de que las 196 partes aprueben a lo largo de la tarde el ansiado acuerdo por el futuro del planeta. El texto final acaba de ser presentado.

Estas son algunas de las palabras más escuchadas durante la cop21

Un chino, un español y un francés se sientan en la mesa de un bar la mañana de este sábado en París. Aunque pueda sonar a chiste, lo mejor está por venir.
En vez de comentar el partido de la liga de turno o la película que se estrena esta semana charlan de mitigación, adaptación, diferenciación y financiación. No juegan al scrabble, ni hablan en clave. Están en la cumbre del clima de París que acaba de presentar su texto final. El día de hoy puede pasar a la posteridad.
"El acuerdo contiene los principales progresos que muchos pensaban que serían imposibles. Es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha declarado Laurent Fabius, presidente de la COP21 y Ministro de Asuntos Exteriores francés.
"El texto es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha señalado Fabius
A lo que François Hollande ha añadido: "De qué habrá servido todo el trabajo si no llegamos a un acuerdo. El último paso es el que permite llegar a la meta". Este documento integra las voluntades individuales de los países respecto a la lucha climática por un bien común, la protección del planeta. Hasta esta tarde no sabremos si el 12 de diciembre de 2015 pasará a los libros de historia.

Algunas claves para entender el texto final

Los asistentes a este macro evento saben que para llegar hasta aquí, además de dominar el inglés con sus múltiples acentos, tienen que traer la lección aprendida de la sopa de letras, palabras y siglas que componen los textos. Estos son algunos de los términos más oídos por los pasillos, conferencias, salas de prensa y plenarios. Son la base del texto y este su significado:
  • Mitigación. Son las medidas, políticas, tecnologías y prácticas que los estados van a tomar para controlar las emisiones de CO2 y no superar el límite de aumento de las temperaturas de 1,5 ºC o 2 ºC respecto a los niveles preindustriales.  
  • Contribuciones. Más de 180 países han aportado sus contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés) de las emisiones de gases de efecto invernadero.  El texto final del acuerdo incluye revisiones cada cinco años de dichas contribuciones. Además, invita al Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) a proporcionar un estudio técnico en 2018 sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC y sobre la evolución de la emisión de los gases de efecto invernadero.
El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza el fondo económico de los 100.000 millones de dólares
  • Adaptación. En este punto la frase hecha adaptarse o morir adquiere su total significado. Es la forma en la que los sistemas humanos o naturales se ajustan a los entornos nuevos o cambiantes provocados por el calentamiento global. A este apartado están asociados varios fondos de financiación.
  • Diferenciación. Se trata de la responsabilidad común pero diferenciada de los estados. En los objetivos de reducción de emisiones, los países industrializados, y por tanto los más contaminantes, tienen que responsabilizarse más, y los países en desarrollo actuar en función de sus capacidades económicas. Sin embargo, mientras que EE UU han aceptado ser uno de los países más contaminantes, otros países emergentes y con grandes emisiones de CO2 como China, India y Sudáfrica –en las últimas horas, Brasil se ha unido a la Coalición de Alta Ambición Climática– se han mostrado hasta ahora reticentes.
  • Financiación. Los países más empobrecidos recibirán una ayuda económica para enfrentarse a los efectos del cambio climático. Pero aún queda por decidir cómo se distribuirán las ayudas y qué países contribuirán. A esto se une la ayuda de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 para los países más desfavorecidos. El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza este fondo económico.
  • Pérdidas y daños. Se definen como los efectos negativos de la variabilidad del clima y el cambio climático que las personas no han podido sobrellevar. Las pérdidas y daños están intrínsecamente ligadas al esfuerzo de mitigación y adaptación, en el sentido que cuanto más ambiciosamente se persiga la mitigación, menos efectos de cambio climático habrá; y cuantas más adaptaciones se realicen, menos efectos de pérdidas y daños. 

COP21: Hitos del acuerdo

Internacional

SINC


El 12 de diciembre de 2015 pasará a los canales de la historia como la fecha en que se aprobó el primer tratado universal y jurídicamente vinculante por el clima.
El Acuerdo de París ha sido adoptado la tarde del pasado sábado por más de 195 países e incluye por primera vez a dos de los mayores contaminantes del mundo: EE UU y China.
El objetivo al que todos se han comprometido para finales de siglo es limitar el aumento de la temperatura media global en 2 ºC. Pero el documento refleja luces y sombras.
El plenario ha roto en aplausos esta tarde del 12 de diciembre de 2015 cuando se ha aprobado el Acuerdo de París. / COP PARIS
Tras dos agotadoras semanas, y después de años de negociaciones, la cumbre del clima de París (COP21) culmina, por fin, con éxito. Las 196 partes reunidas desde el 30 de noviembre han acordado por primera vez un texto universal y jurídicamente vinculante para actuar contra el calentamiento global. Sin duda, esta es la principal victoria del acuerdo.
“El verdadero éxito del acuerdo es que es universal”, indica  Jean Jouzel
Han pasado ya seis años del fiasco de la cumbre del clima de Copenhague (Dinamarca), en la que todas las opciones de establecer un acuerdo que sustituyera al Protocolo de Kioto se desvanecieron. El Acuerdo de París presenta un nuevo futuro, en el que son protagonistas todos los países del mundo y en el que la ciencia guía las decisiones políticas.
“El verdadero éxito del acuerdo es que es universal”, indica Jean Jouzel, climatólogo francés y vicepresidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) desde 2002. Para este científico, uno de los más prestigiosos del mundo en cambio climático, el texto supone además un gran avance para la ciencia que es mencionada en los artículos 4, 7 y 14.
"Se reconoce la necesidad de avanzar. No solo de llegar a los 2 ºC, sino también la voluntad de quedarnos por debajo del 1,5 ºC", señala Isabel García Tejerina, ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, presente hoy en el plenario de la COP21.
Adiós a los escépticos del cambio climático
Las múltiples referencias a la ciencia en el acuerdo demuestran que el mensaje del IPCC ha sido escuchado, desde que publicó su primer informe en 1990. En la cumbre de Río de Janeiro (Brasil) de 1992, la información era vaga, no actuar era “peligroso”. Copenhague recalcó el límite de los 2 ºC. En París, todos los países se comprometen a reducir sus emisiones para que la temperatura del planeta no aumente de 2 ºC a finales de siglo, y harán esfuerzos para limitarla a 1,5 ºC.
La aprobación del acuerdo supone el final de los escépticos del cambio climático. “Han perdido la batalla”, dice van Ypersele
“Si hay acuerdo hoy en París es gracias a los trabajos del IPCC que han demostrado no solo que hay una urgencia por actuar sino también elementos de solución”, explica Jean-Pascal van Ypersele, climatólogo de la Universidad católica de Lovaina (Bélgica) y ex vicepresidente del IPCC, para quien la tecnología y las energías no han dejado de desarrollarse y permitirán a corto plazo una descarbonización de la economía.
El texto recoge la necesidad de presentar en 2018 un informe especial del IPCC sobre los efectos que produciría un calentamiento global de 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían seguir las emisiones mundiales de CO2.
Para ello, un elemento clave del acuerdo es la introducción de las contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional de las emisiones de CO2 (INDC, por sus siglas en ingles) que 187 países han presentado en los últimos meses, a los que se ha unido hoy en el plenario Venezuela. Según las intenciones de reducción de emisiones, a finales de siglo, el aumento de la temperatura se situará en entre 2,7 ºC y 3,5 ºC, un objetivo que se aleja de los 2 ºC y aún más del 1,5 ºC, tan exigido por los países de las islas del Pacífico y el Caribe, en especial Nicaragua, al término de las negociaciones.

Revisión cada cinco años

Para lograrlo, el documento establece como fecha límite el año 2020 para que las INDCs sean revisadas y actualizadas y así cumplir con el objetivo. Sin embargo, “se llegará a un aumento de 1,5 ºC en un plazo de 5 a 10 años si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual”, advierte  Jouzel, a quien le parece razonable la fecha 2020 ya que es lo que los países realmente pueden cumplir
Las revisiones se harán cada cinco años. “Y cada ciclo será más ambicioso que el anterior”, afirma Steffen Kallbekken, director de investigación de CICERO y del Centro Internacional del Clima y de la Política Energética. Pero “el objetivo de 1,5 ºC es muy difícil de cumplir”, subraya.
Los científicos entienden el equilibrio entre lo que emiten los países y lo que absorben los sumideros como una descarbonización neta del mundo
“Las contribuciones de reducción de emisiones de CO2 son significativas aunque no suficientes”, dice Jouzel. “Habría que duplicarlas pero es un buen punto de partida hacia otro tipo de desarrollo. Es ahora que se debe actuar”, afirma el experto glaciólogo.
Para los científicos, contentos del desenlace del acuerdo, el texto sigue siendo imperfecto pero trata sobre todos los temas importantes: adaptación, reducción de emisiones, pérdidas y daños, financiación, etc. “Mejorará en los próximos años pero ahora es importante tener un marco claro para que todos los países del mundo sepan en qué dirección ir”, zanja Van Ypersele, para quien la aprobación del acuerdo supone el final de los escépticos del cambio climático. “Han perdido la batalla”.

¿El fin de los combustibles fósiles?

El estancamiento de emisiones de CO2 –que representan el 75% de las emisiones totales de efecto invernadero– observadas en los años 2013 y 2014 representan un signo de esperanza para afrontar los nuevos retos que hoy se han comprometido a cumplir los países. “Y podrían haberse estancado para 2015 y 2016, aunque las evaluaciones no son aún muy precisas”, añade Jouzel. Aunque aún no hemos alcanzado el pico de emisiones.
Pero para llegar al consenso, los países han jugado a un tira y afloja, cediendo en algunos aspectos y luchando por otros. En este sentido, el tema de la mitigación no ha dejado de variar en los diferentes borradores presentados a lo largo de estas dos semanas. Del texto se han eliminado puntos que estaban entre corchetes y que provocaban discrepancias como la descarbonización, las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y la neutralidad.
“Ahora no solo se habla de renovables sino que se ponen en marcha proyectos, se ven coches eléctricos, es algo que se materializa”, observa Jouzel
Finalmente, el documento menciona la necesidad de “alcanzar un equilibrio entre las emisiones antropogénicas y los sumideros de carbono en la segunda mitad del siglo XXI, en base a la justicia, y en el contexto del desarrollo sostenible y los esfuerzos para erradicar la pobreza”. Los científicos entienden este equilibrio entre lo que emiten los países y lo que absorben los sumideros como los bosques y los océanos como una descarbonización neta del mundo.

La tecnología que cambiará el mundo

La financiación ha sido otro de los aspectos que más han retrasado las negociaciones. Las capacidades económicas y la voluntad de reducir las emisiones de cada país han sido a veces contradictorias –sobre todo en cuanto a los países emergentes como China e India, grandes emisores de CO2–. Pero la presencia (aunque invisible en el acuerdo) de las energías renovables y la eficiencia energética están cambiando el rumbo de un planeta que requiere urgentemente
El tratado logrado hoy en parte ha sido por los progresos y el desarrollo tecnológico obtenido en los últimos seis años, desde el fracaso de Copenhague, donde no se vieron las soluciones al problema del cambio climático. Ahora es diferente. “No solo se habla de renovables sino que se ponen en marcha proyectos, se ven coches eléctricos, es algo que se materializa”, observa Jouzel.
El progreso tecnológico crea confianza política y empresarial, y a él se une el fondo económico de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 que los países se han comprometido a aportar para luchar contra los efectos del cambio climático. El texto final incluye una revisión al alza de esta cantidad, que algunos sectores consideraban insuficiente, a partir de 2025.
El texto final incluye una revisión al alza de los 100.000 millones de dólares a partir de 2025
Para los ecologistas este aporte sigue siendo insuficiente, sobre todo para los países y pueblos más vulnerables al aumento de las temperaturas. "Las naciones que causaron este problema han prometido muy poca ayuda a las personas que ya están perdiendo sus vidas y medios de subsistencia", declara Kumi Naidoo, portavoz de Greenpeace en la COP21.

¿Y ahora qué?

“El verdadero éxito no son las palabras que aparecen en el Acuerdo de París sino lo que tiene que hacerse para que se cumpla”, subraya Daniel Esty, profesor de leyes y política medioambientales en la Universidad de Yale (EE UU). Aunque el texto haga una mención al límite del 1,5 ºC, ninguno de nosotros veremos si se alcanza el objetivo.
“Incluso intentando limitar las emisiones para llegar a 1,5 ºC, hay cosas ineludibles que ocurrirán en los países isleños a final del siglo XXI: aumento del nivel del mar en 40 centímetros, muerte de arrecifes de coral y acidificación del océano”, alerta el vicepresidente del IPCC.
Por eso, el trabajo de Naciones Unidas y de las 196 partes que participan en la COP21 no culmina aquí. El Acuerdo de París no es más que el principio de un proceso que el 22 de abril de 2016 quedará firmado y que entrará en vigor en 2020.

Un momento histórico y emotivo

“El acuerdo de París queda aprobado”, ha exclamado un emocionado Laurent Fabius, presidente de la COP21. Tras dar el martillazo final en el plenario en la tarde de este 12 de diciembre de 2015, los países han expresado sus alegrías, voluntades, exigencias y esperanzas. Destacamos algunas de las declaraciones más simbólicas.
Nicaragua: "El 50% de los compromisos estaban condicionados por la financiación. Consideramos que debe haber un artículo 2 bis. Si los resultados de los INDCs llevan a escenarios mayores de 1,5º C se debe calcular un presupuesto de carbón global"
Por el grupo de integridad medioambiental, Suiza. "Muchas delegaciones hablarán de un día histórico. El 27 de mayo de 1927 llegó el primer vuelo transatlántico aquí en Le Bourget que unía dos mundos. Hoy encontramos una nueva pista de aterrizaje común que une al mundo".
Unión Europea. Miguel Arias Cañete: "Durante los últimos días la Unión Europea ha demostrado su dedicación y compromiso. Hemos dado ya inicio a una coalición elevada". "Desde la UE aumentaremos nuestro apoyo financiero. Tenemos ante nosotros un acuerdo robusto. Es un verdadero progreso tangible y eso es lo que espera de nosotros el mundo".
Marruecos.  País anfitrión de la próxima COP: "La de Marrakech será una COP de la acción de la innovación y un intercambio de soluciones". "Hemos ganado una batalla aquí en París, pero la lucha sigue".
China. "Es cierto que el acuerdo no es perfecto y que hay algunos elementos que mejorar, pero esto no nos ha impedido dar un paso adelante". "Ya tenemos un acuerdo, el próximo paso es aplicarlo".
EE UU. Jonh Kerry: "Francia, en unas circunstancias muy difíciles, perseveró y no dejó que las fuerzas flaquearan. Hoy el mundo le da las gracias. Han desempeñado un papel capital y todos nos hemos sumado a ese esfuerzo". "Todos estábamos reunidos aquí para no repetir los errores del pasado. Con este acuerdo dejamos un legado para nuestros hijos, nuestros nietos y las futuras generaciones. Sé que todos viviremos mejor gracias al tratado que hemos adoptado hoy".
India. "Queremos que el Acuerdo de París cumpla las palabras de Gandhi: Debemos preocuparnos por un mundo que no veremos".
Christiana Figueres. "Es un acuerdo de convicción, de solidaridad con los más vulnerables, de visión a largo plazo y de compromiso, para que este marco jurídico sea un motor para este siglo. Terminamos esta COP celebrando un nuevo capítulo para el mundo. Hoy podemos decir ¡lo hemos hecho!"
Venezuela. "El acuerdo refleja la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer, el derecho a la salud, la justicia climática, la madre tierra y sobre todo derechos humanos". "A mí todo el mundo me recuerda por la COP de Copenhague. El presidente Hugo Chávez dijo que no entonces, porque consideró que el multilateralismo podía hacerlo mejor. Hoy lo hemos hecho mejor".
Ban Ki-moon. "Hoy podemos mirar a nuestros hijos y nuestros nietos a los ojos y decirles que nos hemos unido para dejar a las generaciones venideras un mundo más habitable".
Países africanos."Los países africanos se van con la inclusión de la adaptación y un objetivo claro de mitigación y objetivos diferenciados. Nos queda mucho trabajo por delante. Ansiamos la llegada de una era que traiga justicia climática".
Ecuador. "París no es un fin, es un comienzo. De nada sirve este esfuerzo colectivo que no obligue a todas las partes. Confiamos que los ciudadanos del mundo y especialmente los jóvenes comprendan que la vida no es un negocio y que hay que estar acorde con la naturaleza".
François Hollande, presidente de la República de Francia. "Cuando se nos pregunte sobre el sentido de nuestra vida podremos contar muchísimas historias. Pero habrá una que siempre volverá. El 12 de diciembre estábamos en París para alcanzar el acuerdo sobre el clima y estaremos orgullosos ante hijos y nietos".

Acuerdo de París

Version en Castellano

http://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/l09s.pdf



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Se expide el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de compliance bajo el Protocolo de Nagoya | Mercados de Medio Ambiente

La Autoridad Nacional de Biodiversidad de la India, entidad competente en materia del Protocolo de Nagoya, ha otorgado el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de cumplimiento bajo el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación en los beneficios derivados de su utilización.



El certificado expedido por la autoridad india sirve como prueba de la decisión del país asiático de conceder acceso al conocimiento etnomedicinal de la comunidad Siddi de Gujarat a un investigador afiliado de la Universidad de Kent en Reino Unido. Bajo el Protocolo de Nagoya, las Partes deben expedir un permiso o su equivalente en el momento del acceso como prueba de que el acceso a los recursos genéticos se basó en un consentimiento previo fundamentado y de que se establecieron las condiciones mutuamente acordadas. En este sentido, las Partes están obligadas a notificar a la plataforma ABS Clearing-House (Access and Benefit-Sharing Clearing-House) la información relacionada con el permiso o su equivalente de manera que sea reconocido internacionalmente como un certificado de cumplimiento.

El certificado expedido por la autoridad india sirve como prueba de la decisión del país asiático de conceder acceso al conocimiento etno-medicinal de la comunidad Siddi de Gujarat a un investigador afiliado de la Universidad de Kent en Reino Unido. De este modo, el científico puede demostrar que respeta los requisitos de ABS de la India cuando hace uso de dicho conocimiento

Coincidiendo con el anuncio de la noticia de la emisión del primer certificado, el secretario ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), Braulio Ferreira da Souza Dias, aseguró que «esta semana es una semana importante para el Protocolo de Nagoya. Además de tener el primer certificado de cumplimiento reconocido internacionalmente publicado en la plataforma de intercambio de información ABS, dos otros países han anunciado que se unen al Protocolo: Filipinas y Djibouti, lo que eleva el número total de ratificaciones a 68».

«El certificado de cumplimiento reconocido internacionalmente es una de las principales innovaciones del Protocolo de Nagoya y una de las piedras angulares del sistema de acceso y participación en los beneficios», añadió De Souza Dias. «La constitución del primer certificado representa un gran paso hacia el objetivo de convertir en operacional el Protocolo. Felicito al Gobierno de la India e invito a otros a seguir este ejemplo y publicar información sobre sus permisos nacionales en la plataforma ABS de intercambio de información», continuó el responsable del CBD.

Un poco de historia

El Protocolo de Nagoya al Convenio fue adoptado en la décima reunión de la Conferencia de las Partes del CDB en 2010 (COP10) en la ciudad japonesa del mismo nombre y entró en vigor el 12 de octubre de 2014.

El Protocolo avanza significativamente el objetivo del CDB sobre la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, ya que proporciona una mayor seguridad jurídica y transparencia para los proveedores y usuarios de recursos genéticos.

Al promover el uso de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados, y mediante el fortalecimiento de las oportunidades para la participación justa y equitativa de los beneficios de su uso, el Protocolo creará incentivos para conservar la biodiversidad, realizar un uso sostenible de sus componentes y mejorar aún más la contribución de la biodiversidad al desarrollo sostenible y al bienestar humano.

En el caso de España, ratificó el tratado internacional en junio de 2014.



Fuente: CDBBusiness @ Biodiversity.
Se expide el primer certificado internacionalmente reconocido en materia de compliance bajo el Protocolo de Nagoya | Mercados de Medio Ambiente

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NotiAmbienteVE: Venezuela: El juego de las adivinanzas del cambio ...

Venezuela: El juego de las adivinanzas del cambio climático


Quizás ha sido una obsesión vana de mi parte, pero he buscado entender la posición de Venezuela ante la reunión de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP21) que actualmente está ocurriendo en París. Pero entre más lo intento menos claro lo tengo.

Al final me recuerda a los  juegos de adivinanzas donde la clave de la respuesta parece estar siempre presente, pero a veces es muy difícil de captar y en muchas ocasiones queda la sensación de que hay "gato encerrado".

Para no perderme demasiado, me concentré en intentar desentrañar los argumentos usados por la delegación venezolana en la COP21 con respecto a las razones para no haber entregado el documento de Contribución Nacional a la mitigación de este fenómeno.

Pero que son las Contribuciones Nacionales
Confieso que no había oído hablar de las Contribuciones Nacionales hasta el pasado mes de agosto, cuando me llegó un artículo escrito por el amigo y periodista uruguayo Hernán Sorhuet y publicado en el diario El País de Montevideo.

Al investigar un poco, encontré que los mismos son planes nacionales de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. En el lenguaje de la diplomacia internacional su nombre oficial es “Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional” (iNDCs, por sus siglas en inglés) Las mismas nacen de un compromiso de la comunidad internacional aprobado en la convención de las partes del año 2013 (COP19) y se espera que contribuyan con el objetivo de no exceder el aumento los 2° Centígrados de temperatura del planeta con respecto a la época preindustrial.

Algunos aspectos son resaltantes en estos documentos:

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Para seguir leyendo

Venezuela está en deuda en afrontar el cambio climático

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‎Venezuela está en deuda en afrontar el cambio climático

Caracas, 29 de Noviembre de 2015.- En vísperas a la inauguración de la Cumbre de Cambio Climático 2015 a realizarse en París, en  Venezuela no existe una política clara y transparente sobre las acciones que está tomando el gobierno nacional para contrarrestarlo.

Sinergia, Red de Organizaciones de Sociedad Civil y la Plataforma de Redes Venezolanas reclaman la atención de las autoridades, en todos los niveles de la administración pública, para el cumplimento de los desafíos de la Agenda Post 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en cuanto a las graves amenazas que representan para la población los desastres socio-ambientales cuando las políticas públicas no atienden los señalamientos realizados por expertos sobre los efectos del cambio climático.

Alejandro Álvarez, ambientalista y miembro de la Red Ara que forma parte de la plataforma de Redes,  alertó sobre la necesidad de "tener un gobierno que promueva el conocimiento, información y la toma de decisiones en torno al cambio climático, y si lo está haciendo, que no lo oculte al resto del país".

Denunció que Venezuela tiene que informar sobre las decisiones que ha tomado en temas ambientales según la obligaciones que dispone la Convención Marco del Cambio Climático de las Naciones Unidas, pero solo ha emitido una sola comunicación de este tema en el año 2005 con información de la década de los 90, mientras que en América Latina hay países que llevan cuatro o cinco informes que dan respuesta a la situación del cambio climático.

Para Álvarez la prioridad del gobierno nacional debe ser disminuir las emisiones de carbono que producen el efecto invernadero y preparar al país para los efectos que esto genere. "En ninguno de estos casos Venezuela tiene avances. Prueba de esto es que de 145 países que entregaron sus informes, Venezuela no lo hizo".

Advirtió que el gobierno debe preparar al país para los posibles escenarios que pueden venir, como problemas de agua, tormentas muy intensas y sequía consecutiva.

Sinergia y la Plataforma de Redes consideran que la nueva Agenda Parlamentaria debe incorporar estos temas y legislar en beneficio de la colectividad en el país, por tanto exigen a los candidatos a la Asamblea Nacional pronunciarse con propuestas concretas para enfrentar los cambios ambientales.

Voceros: Alejandro Alvarez  04166124621
Deborah Van Berkel


 

 

 

París a la espera de un nuevo acuerdo climático global

27 November 2015
Los ataques terroristas de París del pasado 13 de noviembre conmocionaron al mundo Occidental y están desencadenando consecuencias bélicas que apenas comienzan. Víctimas inocentes en Francia, deudas históricas sobre el conflicto en Siria, crisis de refugiados, continua turbulencia económica son apenas algunos de los componentes del actual y adverso panorama internacional que particularmente están afectando a Europa.
El sistema de gobernanza global, no obstante, no se detiene y a pesar de la incertidumbre inicial luego de los terribles sucesos, la Conferencia de las Partes para intentar firmar un nuevo acuerdo vinculante sobre cambio climático tendrá lugar en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre. Las confirmaciones de los jefes de Estado para asistir a esta cumbre siguen en pie.
La apuesta para que en esta ocasión se selle un acuerdo obligatorio para limitar el calentamiento global a 2 ºC para fines de siglo sobre la base de las contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés), y que comenzarían a regir en 2020, es más bien alta, pero el pronóstico se mantiene reservado. La diplomacia climática es conocida por sus augurios de acuerdos que se difuminan o bien se alcanzan en los últimos minutos de sus encuentros, y esta no sería la excepción.
Aunque tres cuartas partes de los países, que representan 86% de las emisiones globales, presentaron ya sus compromisos nacionales, en conjunto las promesas son insuficientes para no superar el límite de los 2 ºC, por el contrario, reflejan un incremento entre 2,7 y 3,5 ºC de la temperatura con consecuentes efectos catastróficos para todas las actividades naturales y humanas.
La base, no obstante, para llegar a un acuerdo internacional, tiene más fundamento que en el pasado. Los Gobiernos han hecho la tarea interna, se están comprometiendo con sus propios ciudadanos y recursos, aunque buena parte de sus acciones están sujetas a financiamiento internacional. No obstante, también muchos de ellos no han definido con claridad cómo llevarían a la práctica la totalidad de sus planes bajo sus INDC, en qué plazos intermedios y con qué rigor.
El contexto internacional podría parecer más favorable para que París sea testigo de la firma del probablemente más importante acuerdo sobre cambio climático después del Protocolo de Kioto. No obstante, bien conocemos que los efectos de dicho acuerdo se diluyeron por la falta de apoyo del Congreso de los Estados Unidos y los instrumentos de aplicación que se volvieron endebles para abordar la problemática tan compleja del calentamiento.
¿Podrá el acuerdo de París ver la luz y contar con toda la fortaleza que requiere para alinear a los países hacia un mismo fin: la supervivencia humana? ¿O será otra cumbre donde se escurran las oportunidades y se repitan las exhortaciones al compromiso con la idea de que todavía hay tiempo para actuar?
El equipo de Puentes.
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