La capital va a contravía de las ciudades saludables
EN MATERIA AMBIENTAL FALTAN PLANES, INVERSIÓN Y VOLUNTAD POLÍTICA
DELIA MENESES , VALENTINA OVALLES R. | EL UNIVERSAL
lunes 26 de noviembre de 2012 12:00 AM
Que cada caraqueño tenga 10 metros cuadrados de áreas verdes (en lugar de uno), que pueda llegar a su trabajo en bicicleta u otro medio de transporte sustentable, y que siempre que abra el grifo tenga agua hoy son solo utopías. Los ejemplos de cómo la ciudad ha ido relegando el tema ambiental sobran. Que el Ministerio de Ambiente, en vez de diseñar estrategias de reciclaje, se dedique a recoger basura, muestra el rezago en esta materia.
Mientras en ciudades argentinas, mexicanas o chilenas los alcaldes hablan de la basura que se dejó de generar gracias a las iniciativas verdes, aquí las autoridades se jactan de las toneladas que recogen. Para Evelyn Pallota, directora de Ambiente de la gobernación de Miranda, el tema ambiental "se ha reivindicado solo desde el punto de vista del discurso no desde la acción y la voluntad política".
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud ubica a Venezuela entre los tres primeros países de América Latina más contaminados desde el punto de vista atmosférico, al emitir el doble de lo permitido por la OMS en materia de partículas pequeñas de inhalación en la atmósfera. Pallota explica que esto tiene un reflejo en los indicadores de salud de los hospitales y el aumento del asma, bronquitis y problemas respiratorios.
Según la división de planificación urbana de la alcaldía Metropolitana, en sus cinco municipios Caracas cuenta con 3528 hectáreas (35,28 kilómetros cuadrados) de áreas reservadas a la recreación, pero apenas el 10,87% de éstas están desarrolladas, lo que deja la cuenta en solo 383 hectáreas con algún tipo de desarrollo. "Estamos en una suerte de cárcel urbana", dice Cristina Vaamonde, directora del Observatorio Ambiental Venezolano.
Caracas tiene una de las calles más circuladas no solo del país, sino de Latinoamérica: la Élice de Chacao. Por ella pasan más de 75 mil personas a diario y el número se duplica o triplica los fines de semana; estas cifras también la convierten en una de las más ruidosas.
En horas pico en la vía se registran entre 70 y 75 decibeles. El número supera lo aceptado por la OMS: 65 decibeles.
En la ciudad casi todas las iniciativas de reciclaje se dejan en manos de pequeñas organizaciones no gubernamentales que apenas cuentan con fondos. Hay muchas trabas. A raíz de la expropiación de la empresa Owens-Illinois, ahora se exigen un montón de requisitos para recibir el vidrio que recogen las comunidades en los proyectos pilotos.
Los pasivos ambientales son muchos. A juicio de Pallota, la ciudad está desperdiciando fachadas y techos para la generación de energía solar. "Tampoco se está invirtiendo en el saneamiento profundo de las quebradas ni en la disminución de los gases con efecto invernadero. El Guaire no es río; es una cloaca a cielo abierto, Las Mayas no es una planta, es un botadero de basura".
Los expertos coinciden: "Estamos tan lejos de mejorar la calidad ambiental de la ciudad como voluntad política exista".
Mientras en ciudades argentinas, mexicanas o chilenas los alcaldes hablan de la basura que se dejó de generar gracias a las iniciativas verdes, aquí las autoridades se jactan de las toneladas que recogen. Para Evelyn Pallota, directora de Ambiente de la gobernación de Miranda, el tema ambiental "se ha reivindicado solo desde el punto de vista del discurso no desde la acción y la voluntad política".
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud ubica a Venezuela entre los tres primeros países de América Latina más contaminados desde el punto de vista atmosférico, al emitir el doble de lo permitido por la OMS en materia de partículas pequeñas de inhalación en la atmósfera. Pallota explica que esto tiene un reflejo en los indicadores de salud de los hospitales y el aumento del asma, bronquitis y problemas respiratorios.
Según la división de planificación urbana de la alcaldía Metropolitana, en sus cinco municipios Caracas cuenta con 3528 hectáreas (35,28 kilómetros cuadrados) de áreas reservadas a la recreación, pero apenas el 10,87% de éstas están desarrolladas, lo que deja la cuenta en solo 383 hectáreas con algún tipo de desarrollo. "Estamos en una suerte de cárcel urbana", dice Cristina Vaamonde, directora del Observatorio Ambiental Venezolano.
Caracas tiene una de las calles más circuladas no solo del país, sino de Latinoamérica: la Élice de Chacao. Por ella pasan más de 75 mil personas a diario y el número se duplica o triplica los fines de semana; estas cifras también la convierten en una de las más ruidosas.
En horas pico en la vía se registran entre 70 y 75 decibeles. El número supera lo aceptado por la OMS: 65 decibeles.
En la ciudad casi todas las iniciativas de reciclaje se dejan en manos de pequeñas organizaciones no gubernamentales que apenas cuentan con fondos. Hay muchas trabas. A raíz de la expropiación de la empresa Owens-Illinois, ahora se exigen un montón de requisitos para recibir el vidrio que recogen las comunidades en los proyectos pilotos.
Los pasivos ambientales son muchos. A juicio de Pallota, la ciudad está desperdiciando fachadas y techos para la generación de energía solar. "Tampoco se está invirtiendo en el saneamiento profundo de las quebradas ni en la disminución de los gases con efecto invernadero. El Guaire no es río; es una cloaca a cielo abierto, Las Mayas no es una planta, es un botadero de basura".
Los expertos coinciden: "Estamos tan lejos de mejorar la calidad ambiental de la ciudad como voluntad política exista".
Políticas Públicas Ambientales: La capital va a contravía de las ciudades saludabl...: