Cómo medir los derechos al agua y saneamiento (I)

Políticas Públicas Ambientales: Cómo medir los derechos al agua y saneamiento (I): En ocasiones suelo escuchar o leer valoraciones de los derechos humanos, y en concreto de los derechos al agua y al saneamiento ( ¡...

Entra en vigor la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible





El primer día de 2016 entró en vigor oficialmente la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que durante los próximos 15 años marcará la pauta para construir un mundo más justo y equitativo para toda la población, además de velar por el medio ambiente.
La Agenda, aprobada por los 193 Estados miembros de la ONU en septiembre pasado, está compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que destacan la erradicación de la pobreza y el hambre, la consecución de educación y servicios médicos universales y la protección de los ecosistemas marinos y terrestres.
“Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son nuestra visión compartida de la humanidad y un contrato social entre los líderes del mundo y las personas” dijo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.
Los ODS abordan las necesidades de las personas de los países desarrollados y en desarrollo, haciendo hincapié en que no debe dejarse a nadie atrás.
La Agenda integra las dimensiones social, económica y ambiental del desarrollo sostenible, y atiende aspectos relacionados con la paz, la justicia y las instituciones eficaces.
La movilización de medios de aplicación, entre ellos recursos financieros, desarrollo y transferencia de tecnología y desarrollo de la capacidad, así como el papel de las alianzas, también se reconocen como esenciales.
Para la puesta en marcha del nuevo plan, Ban Ki-moon subrayó que hacer realidad la Agenda es responsabilidad principalmente de los países, pero agregó que también requerirá nuevas alianzas y solidaridad internacional.
El examen de los avances se llevará a cabo periódicamente en cada país, con la sociedad civil, las empresas y los representantes de varios grupos de interés. A nivel regional, los países compartirán experiencias y tratarán asuntos comunes, mientras que con carácter anual en ONU, el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (FPAN) hará un balance de los progresos a nivel mundial, identificando las deficiencias y cuestiones emergentes y recomendando medidas correctoras

Fuente: http://www.retema.es/noticia/entra-en-vigor-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible-PdcI9

Manual de comercio y economía verde

El Servicio de Economía y Comercio de la División de Tecnología, Industria y Economía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD, por sus siglas en inglés) han hecho público la tercera edición del Manual de comercio y economía verde, una publicación que tiene como objetivo aumentar las tareas de coordinación y reducir la tensión entre los programas ambientales y de comercio internacional. Cumplir con esta misión permitirá que el comercio, una de las herramientas más poderosas para generar riqueza, se aproveche para abrir nuevos caminos que conduzcan al desarrollo sostenible.



Manual de comercio y economía verde

Publicada Ley de Calidad de Aguas y Aire

El jueves 18 de diciembre de 2015 fue aprobado en sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional (AN), la Ley de Calidad de las Aguas y del Aire
Fue publicada en la Gaceta Oficial N° 6.207 Extraordinario, de fecha 28 de diciembre de 2015
Segun la Informacion publicada, "el objeto de dicha Ley, es establecer las normas para la calidad del agua y del aire, los mecanismos de control de la contaminación hídrica y atmosférica, las molestias ambientales, las condiciones bajo las cuales se debe realizar el manejo de los residuos y desechos líquidos y gaseosos, así como cualquier otra operación que los involucre, con el fin de proteger la salud y el ambiente".
La Ley entra en vigencia, transcurridos 60 días de su  publicacion en la Gaceta Oficial.

 La publicacion puden encontrarse en el Sitio Google: Derecho Ambiental Academico

Para Naciones Unidas agua y saneamiento ya NO es un derecho - Blog | iAgua

Naciones Unidas agua y saneamiento ya NO es derecho
es una buena noticia para el saneamiento, porque ahora la Asamblea General de Naciones Unidas acaba tomar una decisión ampliamente demandada desde hace años: que el derecho humano al saneamiento no esté “oculto” dentro del derecho humano al agua y saneamiento.
El saneamiento siempre ha sido el hermano menor del sector, a pesar de que reiterados estudios han demostrado la importancia del mismo para la salud, la educación, los ingresos y la dignidad de las personas. Una encuesta realizada entre 11.300 lectores de la revistaBritish Medical Journal eligió la “revolución del saneamiento” como el mayor avance médico de los últimos 150 años, por delante de las vacunas y la anestesia.
En 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció, por fin, el agua y saneamiento como derecho humano, pero se decidió aprobar un derecho único para ambos porque en caso contrario no se habría aprobado, por la presión de diversos países.
Ahora, por fin, en la 70ª Sesión de la Asamblea General (ver a partir de página 157) ésta recuerda que ya el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Relatora Especial sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento establecieron que los derechos al agua y al saneamiento están estrechamente relacionados, perotienen características distintas que justifican su tratamiento por separado para hacer frente a las necesidades específicas en su aplicación, y que el saneamiento demasiado a menudo permanece descuidado.
En la resolución la Asamblea señala, entre otras cuestiones:
  • que los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, como componentes del derecho a un nivel de vida adecuado, son esenciales para el pleno disfrute del derecho a la vida y todos los derechos humanos
  • que el derecho humano al agua potable es el derecho de todos, sin discriminación, a tener acceso a agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico, y que el derecho humano al saneamiento es el derecho de todos, sin discriminación, a tener acceso físico y económico a los servicios sanitarios, en todas las esferas de la vida, de forma inocua, higiénica, segura, social y culturalmente aceptable y que proporcione intimidad y garantice la dignidad
  • la bienvenida a la inclusión del agua y el saneamiento en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y exhorta a los Estados a garantizar la realización progresiva de los derechos humanos al agua potable y al saneamiento para todas las personas, vigilando continuamente y analizando el estado de la realización de dichos derechos
  • además, pide a los Estados que identifiquen y aborden las causas estructurales de vulneración de los derechos, desarrollando políticas y presupuestos adecuados, y promoviendo el liderazgo de la mujer y su participación plena y efectiva en la toma de decisiones sobre la gestión del agua y saneamiento
  • también hace un llamamiento a los actores no estatales para cumplir con su responsabilidad de respetar los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, y a cooperar con los Estados para detectar y remediar los abusos
Finalmente, emplaza a la Sesión 72 de la Asamblea para continuar desarrollando estas cuestiones.
Agua y saneamiento ya son 2 derechos. Una buena noticia para el saneamiento.

Resolución N° A/RES/70/169 


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5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas



Por Diego Marcano Arciniegas | 15 de diciembre, 2015

5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas
Poco antes de las 7:30 de la noche del sábado, se escucharon los aplausos en Le Bourget, justo después de que Laurent Fabius, ministro de relaciones exteriores de Francia y presidente de la conferencia sobre el cambio climático dijera: “el acuerdo de París ha sido aceptado”. Representantes de 195 países superaron décadas de divisiones que impedían establecer un trato para prevenir un catastrófico futuro.
El convenio global busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con una contribución de todos los países para evitar que la temperatura aumente 2°C por encima del nivel de la era preindustrial, debido a que dicha cifra generaría daños descomunales para el planeta: aumento de la temperatura de los océanos (inundando ciudades de baja altitud), daño en campos de cosecha, lo que a su vez podría aumentar los niveles de hambrunas, y migraciones masivas. La meta propuesta es mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C con respecto a los niveles preindustriales.
La tarea de salvar al mundo resulta bastante oportuna. A pesar de que muchos países han publicado planes para vencer el calentamiento global, en los que figura la inversión en energía solar y eólica, las propuestas individuales resultan débiles e insuficientes. Al sumar todas las propuestas anteriores al tratado de París, se proyecta que las emisiones globales podrían aumentar la temperatura del planeta en 2.7°C.
De acuerdo con una investigación liderada por James Hansen, precursor de la divulgación de los efectos del cambio climático, y financiada por la NASA y la Universidad de Columbia, una marca por encima de los 2°C tendría consecuencias dramáticas.
No obstante, hay posturas encontradas en torno al Acuerdo de París. Para el mismísimo James Hansen, científico de la NASA, el tratado es un fraude. “Son palabras sin valor. No hay acción verdadera, sólo promesas. Siempre que los combustibles fósiles sigan siendo los más económicos, seguirán siendo utilizados”. Por otra parte, para Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, el tratado resulta prometedor: “la raza humana se ha unido en una causa común. El acuerdo de París es sólo un paso en un largo camino y hay partes de él que frustran, que me decepcionan, pero es un avance. El acuerdo por sí solo no nos va a sacar del agujero en el que estamos, pero sí hará el camino menos empinado”.
Si bien es habitual encontrar opiniones divergentes, es relevante revisar qué dice el texto aprobado por los 195 países. A continuación 5 claves del Acuerdo de París.
5 claves del Acuerdo Climático de París; por Diego Marcano Arciniegas 2

¿Qué propone el Acuerdo de París?

1. El acuerdo de París no obliga legalmente a los países a hacer recortes de emisión de gases de efecto invernadero. El Protocolo de Kyoto de 1997 pretendía obligar a los países a recortar sus emisiones, pero no funcionó. No resultó viable que los países fueran forzados a reducir el consumo de combustibles fósiles cuando no estaban dispuestos a hacerlo o no tenían los recursos necesarios. El Acuerdo de París propone que cada Estado presente su propio plan para disminuir las emisiones y obtener fuentes alternativas de energía.
Si un país no logra reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, no recibirá ninguna penalización, ni se podrá castigar el incumplimiento del acuerdo. Este aspecto ha sido ampliamente criticado por quienes consideran que sin sanciones el tratado es “ingenuo”. Sin embargo, la principal razón por la que no es vinculante es para evitar la necesidad de que sea ratificado por los congresos nacionales de cada nación, como sucedió con el Protocolo de Kyoto que, por ejemplo, nunca fue ratificado por el Congreso de Estados Unidos.  
2. Un aumento menor a 2°C es la meta de temperatura global. Desde el inicio de la era industrial hasta hoy, el planeta se ha calentado alrededor de 1°C. Si bien el objetivo del acuerdo es mantener el calentamiento total por debajo de los 2°C en relación a la temperatura de la era preindustrial, los países prometieron esforzarse en lograr un aumento menor a 1.5°C. Inicialmente se trata de una meta ideal que sólo podrá lograrse al aplicar políticas públicas internas.
3. Se presentarán nuevas propuestas cada 5 años. Debido a que los planes actuales no pueden asegurar que mantendrán el calentamiento por debajo de los 2°C, los países podrán corregir sus propuestas y agudizar las exigencias para presionar a otras naciones a que tomen medidas más fuertes y efectivas.
4. Se adoptará una política de transparencia. Se implementarán medidas de monitoreo para poder reportar el avance de los planes climáticos de cada país. China se ha opuesto a este punto argumentando que las inspecciones intrusivas atentan contra la soberanía. El método con el que funcionaría el sistema de monitoreo no ha sido determinado.
5. Se dispondrá de un fondo para los países más pobres. Los países con menos recursos necesitarán ayuda para adoptar energías limpias y para adaptarse al impacto climático que podrá causar desastres naturales (inundaciones, tormentas, aumento del nivel de los mares, etc). Los países propusieron un fondo, no vinculante a nivel legal, de 100.000 millones de dólares, que podrá aumentar en el futuro.
Hay un gran nivel de escepticismo frente a los alcances reales del convenio. Para David Victor, profesor de la escuela de políticas públicas globales y leyes de la Universidad de California, el tratado se puede beneficiar de la teoría de la bicicleta, según la cual las negociaciones son sostenibles sólo si son ininterrumpidas —al igual una bicicleta se mantiene en movimiento hasta que se deje de pedalear—. Mientras se promueva la cooperación y haya un monitoreo, los responsables de las propuestas sentirán la presión para profundizar en las medidas hasta obtener resultados concretos.
Vencer el reto que plantea el cambio climático es una tarea de proporciones descomunales que deberá ser realizada por varias generaciones. El tratado de París no es un punto de llegada, por el contrario es el primer paso en un arduo y largo camino.

Palabras clave en el Acuerdo Climático

Internacional

COP21 / SINC


Dos semanas, más de 40.000 personas de todas partes del mundo y un tema común: el cambio climático.
Así podría resumirse en una sola frase la actividad de esta cumbre del clima que está a punto de terminar en París, a la espera de que las 196 partes aprueben a lo largo de la tarde el ansiado acuerdo por el futuro del planeta. El texto final acaba de ser presentado.

Estas son algunas de las palabras más escuchadas durante la cop21

Un chino, un español y un francés se sientan en la mesa de un bar la mañana de este sábado en París. Aunque pueda sonar a chiste, lo mejor está por venir.
En vez de comentar el partido de la liga de turno o la película que se estrena esta semana charlan de mitigación, adaptación, diferenciación y financiación. No juegan al scrabble, ni hablan en clave. Están en la cumbre del clima de París que acaba de presentar su texto final. El día de hoy puede pasar a la posteridad.
"El acuerdo contiene los principales progresos que muchos pensaban que serían imposibles. Es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha declarado Laurent Fabius, presidente de la COP21 y Ministro de Asuntos Exteriores francés.
"El texto es diferenciado, justo, duradero, dinámico, equilibrado y jurídicamente vinculante", ha señalado Fabius
A lo que François Hollande ha añadido: "De qué habrá servido todo el trabajo si no llegamos a un acuerdo. El último paso es el que permite llegar a la meta". Este documento integra las voluntades individuales de los países respecto a la lucha climática por un bien común, la protección del planeta. Hasta esta tarde no sabremos si el 12 de diciembre de 2015 pasará a los libros de historia.

Algunas claves para entender el texto final

Los asistentes a este macro evento saben que para llegar hasta aquí, además de dominar el inglés con sus múltiples acentos, tienen que traer la lección aprendida de la sopa de letras, palabras y siglas que componen los textos. Estos son algunos de los términos más oídos por los pasillos, conferencias, salas de prensa y plenarios. Son la base del texto y este su significado:
  • Mitigación. Son las medidas, políticas, tecnologías y prácticas que los estados van a tomar para controlar las emisiones de CO2 y no superar el límite de aumento de las temperaturas de 1,5 ºC o 2 ºC respecto a los niveles preindustriales.  
  • Contribuciones. Más de 180 países han aportado sus contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés) de las emisiones de gases de efecto invernadero.  El texto final del acuerdo incluye revisiones cada cinco años de dichas contribuciones. Además, invita al Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) a proporcionar un estudio técnico en 2018 sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC y sobre la evolución de la emisión de los gases de efecto invernadero.
El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza el fondo económico de los 100.000 millones de dólares
  • Adaptación. En este punto la frase hecha adaptarse o morir adquiere su total significado. Es la forma en la que los sistemas humanos o naturales se ajustan a los entornos nuevos o cambiantes provocados por el calentamiento global. A este apartado están asociados varios fondos de financiación.
  • Diferenciación. Se trata de la responsabilidad común pero diferenciada de los estados. En los objetivos de reducción de emisiones, los países industrializados, y por tanto los más contaminantes, tienen que responsabilizarse más, y los países en desarrollo actuar en función de sus capacidades económicas. Sin embargo, mientras que EE UU han aceptado ser uno de los países más contaminantes, otros países emergentes y con grandes emisiones de CO2 como China, India y Sudáfrica –en las últimas horas, Brasil se ha unido a la Coalición de Alta Ambición Climática– se han mostrado hasta ahora reticentes.
  • Financiación. Los países más empobrecidos recibirán una ayuda económica para enfrentarse a los efectos del cambio climático. Pero aún queda por decidir cómo se distribuirán las ayudas y qué países contribuirán. A esto se une la ayuda de 100.000 millones de dólares a partir de 2020 para los países más desfavorecidos. El futuro acuerdo establece que en 2025 se revisará al alza este fondo económico.
  • Pérdidas y daños. Se definen como los efectos negativos de la variabilidad del clima y el cambio climático que las personas no han podido sobrellevar. Las pérdidas y daños están intrínsecamente ligadas al esfuerzo de mitigación y adaptación, en el sentido que cuanto más ambiciosamente se persiga la mitigación, menos efectos de cambio climático habrá; y cuantas más adaptaciones se realicen, menos efectos de pérdidas y daños.